La manipulación o el retoque fotográfico es un término que, actualmente, está ligado por completo a la fotografía. Es muy difícil que encontremos hoy en día una fotografía que no esté retocada. Todas las fotografías que llegan al gran público: publicidad, revistas, periódicos, han sufrido alguna modificación. Uno de los eternos debates, derivados de este tratamiento de la fotografía digital, suele ser el referido a los límites en el tratamiento de la imagen con programas de retoque. Pero antes de la era de la fotografía digital y los softwares de edición, ya existía la manipulación de imágenes. Aunque con mayor dificultad y menos eficiencia, se obtenían resultados similares.
Esta técnica comenzó como una respuesta natural de los fotógrafos, que pretendían alterar las fotografías para que se acercaran, lo máximo posible, a la imagen real del mundo, pero pronto esta pretensión inocente dio paso a técnicas sofisticadas que respondían a intereses políticos, comerciales o informativos. La edición o modificación de imágenes se lograba, en épocas anteriores, mediante retoques con tinta, pintura, doble exposición, reconstruyendo fotos o negativos juntos en el cuarto oscuro y también se utilizaron aerógrafos.
En algunos libros sobre fotografía, especializados en el siglo XIX, se habla de “divertimentos fotográficos” que se llevaban a cabo retocando fotografías. A partir de la doble exposición de negativos, se obtenía una doble impresión o una impresión directa de objetos en placas fotográficas y de fotografías compuestas. Recortar y pegar varias imágenes fotográficas solía formar parte de los pasatiempos populares. Existe una gran variedad de postales cómicas, álbumes de fotografías, pantallas y recuerdos militares realizados según la técnica que ahora llamamos “fotomontaje”.
La combinación de fotografías y negativos también se practicó en el contexto de las bellas artes, los movimientos que más hicieron uso de esta técnica fueron el dadaísmo, el surrealismo y el Popart.
La fotografía Cloudy Sky, fechada en 1855-1856, obra del fotógrafo francés Gustave Le Gray se obtuvo mediante la utilización de dos negativos, uno para el cielo y otro para el mar. La intención era la de compensar la luz entre los dos elementos de la fotografía y así, conseguir una imagen más armoniosa.
Cloudy Sky, Gutave Le Gray
En la década de 1860, ni medio siglo después de aparecer la primera fotografía, encontramos un retrato del presidente de los Estados Unido, Abraham Lincoln, que resulta ser un montaje, en el que se colocó la cabeza del presidente americano sobre el cuerpo de político John Calhoun.
En 1900 Carl Willis y Marc Seifer tomaron una increíble fotografía del científico Nikola Tesla trabajando en su laboratorio. La técnica utilizada para lograr tan llamativo efecto fue la doble exposición.
Esta tendencia fue evolucionando hasta alcanzar una gran popularidad en las décadas de los 30 y los 40. Para entonces las fotos extrañas, de rarezas o cómicas tenían una gran popularidad. El fotomontaje comenzó a utilizarse también en esta época para evocar mundos oníricos.